jueves, 26 de mayo de 2016
sábado, 7 de mayo de 2016
REFUGIADXS: Concentración y Charla-coloquio en Castuera. (2)
Erlo.
Corren tiempos difíciles en los que cuesta
encontrar gente capaz entender que la grave crisis de valores que sufrimos día
a día nos anula como personas.
Por
eso, cuando se comparten momentos de solidaridad como los vividos ayer nos
resistimos a dar por cerrada la puerta a la esperanza y sentimos que a pesar de
la sinrazón humana siempre habrá alguien que de una u otra forma, en menor o
mayor medida y en función de sus posibilidades, a veces con un simple gesto
diga mucho más que quienes se llenan la boca con palabras huecas, o buscan un
momento oportuno, que no necesario, en el que pretender demostrar algo haciendo
alarde de una burda hipocresía para al final, como en tantas ocasiones, volver la
espalda cuando realmente se les necesita.
Quienes ayer participaron tanto en la
Concentración como en la Charla lo hicieron libre, voluntaria y
conscientemente. Quizás esto no habría ni que decirlo porque parece una
obviedad, pero en estos tiempos raros que nos toca vivir es de agradecer y
valorar encontrarse con gente capaz de ejercer con total libertad su derecho a
manifestarse, expresarse o participar abiertamente, y más tratándose de la
causa que se trataba.
Lo fácil es mirar hacia otro lado, dejarlo
pasar, no comprometerse, ignorar nuestra parte de responsabilidad. Buscar
excusas absurdas, intentar justificar lo injustificable.
El compromiso solidario de Virginia
Domínguez y Gracia Maqueda, la fuerza del relato de sus vivencias como
activistas en Calais, Dunkerque y Lesbos, su discurso reivindicativo y de
denuncia han de servirnos de ejemplo y merecen nuestro más sincero
reconocimiento. Son personas así las que pueden cambiar el mundo. Son personas
como ellas las hacen que no perdamos la esperanza ni la confianza en el poder
transformador de la gente.
Mientras tanto quienes ostentan el poder se
enzarzan en discusiones que nos avergüenzan y firman tratados y acuerdos que rebajan
a las personas a la condición de simples objetos de comercio.
En nuestras manos está cambiarlo.
Nos hubiera gustado que ayer la plaza de
nuestro pueblo se llenara a rebosar de voces gritando en defensa de los
Derechos Humanos, como nos gustaría que pasara en cada pueblo y ciudad.
Pero hemos dado un primer paso y queremos
continuar…
SON PERSONAS Y NI VAMOS A MIRAR PARA OTRO
LADO, NI NOS VAN A CALLAR.
Gracias a quienes decidieron dedicar una
parte de su tiempo a compartir, colaborar, participar, escuchar y reflexionar.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)